España: ¿qué nos puede enseñar Israel en la lucha contra la desertización
¿Sabías que, en menos de un siglo, media España podría convertirse en un desierto? Toda la mitad sur, trazando una línea horizontal desde Valencia hasta Lisboa, ofrecería una estampa de desetización muy similar a la del Sahara.
Así lo declaran algunos estudios recientes, analizando el avance de las arenas y el clima, de una sequedad y aridez extremas, que ya engullen el sur de nuestro país, empezando por la Región de Murcia.
Para el año 2090, si no se revierte el proceso, el paisaje murciano podría extenderse imparable por nuestro país, con la consiguiente destrucción de los ecosistemas y biodiversidad de parques naturales ricos y únicos.
¿Quién puede negar el cambio climático, a la vista de las abrasadoras olas de calor, más propias de otras latitudes, que azotan el continente europeo? No en vano, algunas áreas del sudeste de nuestro país han presentado ya precipitaciones propias de países como Emiratos Árabes.
Bien haríamos, previendo lo que pueda pasar y en un esfuerzo por desarrollar nuevas tecnologías, mirar a países como Israel o a los Emiratos Árabes, que trabajan intensamente ante las condiciones climatológicas más adversas.
¿Israel, el paisaje futuro de España?
Israel carece de un elemento clave en el que basan su riqueza muchos países: un suelo fértil en una zona del globo con climas templados. Un 60% del territorio nacional es desierto, por lo que debe desarrollar de manera continua avances en tecnología que le permiten subsistir en un entorno hostil para la mayoría de las especies del planeta. Israel tiene acceso al mar, de donde obtiene una fuente de agua potable gracias a las desaladoras.
El mar: la novedosa fuente de agua potable
Al igual que Emiratos Árabes, un enorme porcentaje del agua potable de Israel procede del mar después de un complejo proceso conocido como desalinización. Este proceso, como su nombre indica, se basa en la sencilla pero efectiva idea de quitar la sal del agua marina, hasta volverla apta para el consumo humano, además de otros usos industriales.
Muchos países del norte de África ya hacen uso de este sistema. Pero es en Israel donde se encuentra la mayor desalinizadora del mundo: en Sorek, capaz de producir la nada desdeñable cantidad de 624.000 metros cúbicos al día.
España tiene también una importante trayectoria en este ámbito, constituyéndose como la líder en Europa para este tipo de tecnología. Así, contamos en nuestro país con importantes desaladoras en Canarias —la Comunidad donde se estrenó este sistema—, pero también en Murcia, Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Se trata de un fenómeno imparable, siendo ya el agua desalinizada la fuente de la que dependen en todo el globo, según la Organización de Naciones Unidas, entre 1.500 y 2.000 millones de personas.
Cada gota cuenta
El mar no es, a pesar de su vital importancia, la única manera que tiene Israel de aprovechar la poca humedad de que dispone. Por improbable que suene en un entorno tan seco, también del aire puede extraerse la preciada agua dulce.
La tecnología para condensar la humedad a partir del aire fue diseñada con máquinas que pueden llegar producir 3.000 litros de agua al día. Agua que, para contar con todas las garantías necesarias para su uso, es previamente limpiada del polvo y la suciedad presentes en el aire, siendo después tratada y almacenada para su posterior uso.
Pero incluso el preciado recurso, tras ser utilizado, puede ser aprovechado para otros usos distintos del consumo humano. Nos referimos a las aguas residuales, que desde hace más de cuarenta años se emplean en Israel para regar los cultivos.
Gracias al poder de las bacterias, el agua es regenerada mediante un tratamiento biológico y bombeada más tarde a los más de cien pozos que alimentan las cosechas que crecen en el desierto.
Incluso el desierto puede ser más fértil de que lo que muchos creen. Nos conviene tenerlo en cuenta como alternativa, sin perder de vista la más urgente y deseable necesidad de que el funesto pronóstico que augura a media España por culpa del cambio climático nunca llegue a producirse.
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Stop Cambio Climático
En 2016 la Tierra vivió su año más cálido desde que hay registros. Un récord que lejos de celebrarse se debe combatir con esfuerzo y responsabilidad por parte de todos. STOP CAMBIO CLIMÁTICO es un espacio para remover conciencias y ofrecer consejos útiles y fáciles de llevar a cabo para ser respetuosos con el medio ambiente. Toma conciencia de la importancia que tiene cuidar nuestro planeta y nuestros recursos naturales.
