El patrimonio cultural del planeta, amenazado por el cambio climático
El cambio climático nos afecta cada día. No lo hace de manera invisible. Sus efectos están a la luz. Cambios de temperatura, calentamiento global, subida del mar, especies animales y vegetales que desaparecen, fenómenos meteorológicos cada vez más extremos…y un largo etcétera. La salud del planeta está en juego y, con ella, la de todos los seres vivos e incluso los tesoros culturales más preciados.
El cambio climático se está convirtiendo en un riesgo también para la preservación de estos tesoros culturales y naturales. El calentamiento global probablemente va a exacerbar los peligros que sufren los sitios catalogados como Patrimonio Mundial por la Unesco y, a la vez, ocasionará “impactos directos” propios atribuibles a este fenómeno. Así lo sostiene el informe de la ONU ‘El patrimonio mundial y el turismo en un clima cambiante’. A los peligros ya existentes, como las visitas masivas por parte de turistas, la urbanización, la polución o la falta de planificación, ahora se suman la subida del nivel del mar, las altas temperaturas o la mayor frecuencia de sucesos meteorológicos extremos (tormentas o las sequías). Todo ello puede hacer “cambiar rápida y permanentemente o degradar las cualidades que han hecho de los sitios del patrimonio mundial destinos turísticos populares”, apunta el informe, y añade: “alcanzar el objetivo que marca el Acuerdo de París de limitar el aumento global de la temperatura a un nivel inferior a los grados centígrados es de vital importancia para la protección del nuestro patrimonio mundial para las generaciones actuales y futuras”.
En él se documenta el impacto climático en sitios turísticos emblemáticos, tales como Venecia, Stonehenge o las Islas Galápagos, y otros sitios del Patrimonio Mundial como la región floral del Cabo, en Sudáfrica; la ciudad portuaria de Cartagena de Indias, en Colombia; y el Parque Nacional de Shiretoko, en Japón. Hay numerosos ejemplos que demuestran, una vez más, los efectos dañinos del cambio climático. “Algunas estatuas de la Isla de Pascua están en riesgo de perderse en el mar debido a la erosión costera. En muchos de los arrecifes de coral más importantes del mundo, incluyendo los de las islas de Nueva Caledonia en el Pacífico Occidental, se observa este año una decoloración de los corales sin precedentes relacionada con el cambio climático. El cambio climático podría llegar incluso a causar que algunos sitios del Patrimonio Mundial pierdan su condición, dado que los sitios del Patrimonio Mundial deben tener un valor universal excepcional”.
Centrándonos en uno de los efectos principales, como es el aumento de la temperatura de los océanos, encontramos el parque nacional Huascarán, un destino repleto de lagos de color turquesa de la cordillera Blanca, en los Andes de Perú. Sin embargo, el cambio climático está dejando huella. Desde la década de 1930, un 30% de la superficie de los glaciares de la cordillera se ha derretido. Y en los últimos 30 años (desde que se hicieron los primeros inventarios), 151 pequeños glaciares han desaparecido. Una situación que va a peor con el paso de los días.
El cambio climático, una realidad destructora y visible a la que debemos poner freno. Si no aportamos soluciones y contribuimos a frenarlo, terminará con el patrimonio cultural y con la vida de todos los seres vivos que habitan en el planeta.