El hidrógeno verde, la nueva revolución renovable

hidrógeno

Una alternativa que reducirá la contaminación en favor de un planeta más limpio y en el que empresas españolas como Iberdrola tienen mucho que aportar

Ayudará a reducir emisiones en procesos industriales existentes y también a proporcionar combustible limpio para autobuses, camiones o barcos, a la vez que permite crear una industria propia e impulsar el crecimiento y el empleo.

¿Qué es el hidrógeno verde?

El hidrógeno lleva presente como una alternativa no contaminante desde hace muchos años. Es un elemento químico ligero y abundante en nuestro planeta y es capaz de liberar más energía que cualquier otro. Su demanda se ha triplicado desde el año 1975 y se utilizó como propulsor y generador de energía durante el primer viaje a la Luna del Apolo XI, siendo un imprescindible en la carrera aeroespacial.

Hasta el descubrimiento y perfeccionamiento del hidrógeno verde, el conocido como hidrógeno gris se produce a partir de hidrocarburos como el gas natural, metano y otros gases contaminantes, por lo que su uso como alternativa sostenible había sido desestimado.

Sin embargo, el hidrógeno verde o renovable se obtiene dividiendo el agua en sus componentes, hidrógeno y oxígeno, a través de un proceso denominado electrólisis. Este proceso requiere del uso de la electricidad, que es obtenida de fuentes renovables, cerrando así el círculo que permite producir energía sin emisiones de dióxido de carbono.

¿En qué consiste esta revolución?

Vivimos un punto de no retorno en lo que a cambio climático se refiere. Ahora más que nunca la sociedad camina hacia la descarbonización del planeta con el punto de mira fijado en el año 2050. Por lo que la sostenibilidad ya no es una opción sino un deber.

De acuerdo con varios estudios, el hidrógeno puede convertirse en un elemento fundamental para acelerar la transición energética y generar importantes ventajas socioeconómicas y ambientales.

A la vez que los objetivos de eficiencia y conciencia medioambiental se materializan, la humanidad no para y la demanda de energía se mantiene en alza. Según las últimas estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se prevé un aumento de la demanda energética global de entre un 25 y un 30% hasta 2040.

Por otra parte, las alternativas eléctricas aún no son viables en vehículos de transporte de gran tamaño como camiones, aviones y barcos debido al gran volumen y peso de las baterías necesarias. El hidrógeno verde se puede utilizar como combustible sintético líquido o como gas. Esto permitiría su uso aprovechando gran cantidad de tecnologías, transportes e infraestructuras existentes.

Según los cálculos de la AIE, el hidrógeno obtenido de esta forma ahorraría los 830 millones de toneladas anuales de CO2 que se originan cuando el gas se produce mediante combustibles fósiles. En caso de reemplazar todo el hidrógeno gris mundial supondría 3.000 teravatios-hora renovables adicionales al año, cantidad similar a la demanda eléctrica actual en Europa.

Ventajas e inconvenientes

Además de las ventajas mencionadas, el hidrógeno es altamente versátil, por lo que existen diferentes alternativas para su uso. Por ejemplo, se puede combinar con dióxido de carbono producido de manera renovable para fabricar una materia prima para la producción de plásticos más ecológicos.

En función de las condiciones meteorológicas, la producción de otras energías renovables puede fluctuar. Emplear en la producción de hidrógeno verde los excesos de estas energías puede ayudar a no depender del clima ni la época del año.

Además, la obtención y uso del hidrógeno verde es una tecnología en constante evolución. Tal vez nos depara más de una sorpresa, ya que gran parte de la ciencia y la industria están volcadas en esta revolución.

Empresas sostenibles

En España también se está invirtiendo ya en este tipo de generación de combustible. Un ejemplo a destacar es Iberdrola, que encabeza el desarrollo del hidrógeno verde con más de 60 proyectos para responder a las necesidades de electrificación y descarbonización de sectores como la industria o el transporte pesado. Se sitúa así al frente del nuevo reto tecnológico que supone la producción y el suministro de hidrógeno a partir de fuentes de energía 100% renovable en el proceso de electrólisis.

En nuestro país, la compañía desarrolla la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial de Europa. Utilizará electricidad 100% renovable en el proceso de electrolisis para la producción de amoniaco para fertilizantes. El hidrógeno verde producido se usará en la fábrica de amoniaco de Fertiberia en Puertollano (Ciudad Real). Se completará en posteriores fases en Palos de la Frontera (Huelva) y en el propio Puertollano. Y contemplan el desarrollo de 800 MW de hidrógeno verde, con una inversión total de 1.800 millones de euros en los próximos seis años.

Otro de los acuerdos firmados recientemente es el de Iberdrola y H2 Green Steel. Se trata de un acuerdo para construir una planta de hidrógeno verde de 1.000 MW de capacidad instalada con una inversión de unos 2.300 millones. La nueva planta alimentará con combustible limpio un horno de reducción directa de acero con capacidad para producir unos 2 millones de toneladas al año de acero puro verde. Además, se disminuirán el 95% de las emisiones de CO2.

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