Inundaciones en Alemania y olas de calor en Canadá por culpa del cambio climático

Cambio climático

2020 ha pasado a la historia por ser el año en el que la humanidad tuvo que encerrarse y unirse para hacer frente a un enemigo microscópico que siembra el caos en el planeta. 2021 parece dispuesto a no quedarse atrás a la hora de acaparar titulares. A los esfuerzos conjuntos de gobiernos y organizaciones internacionales por hacer frente a las devastadoras consecuencias de la pandemia y avanzar en la vacunación de la ciudadanía, hay que unir las extremas condiciones relacionadas con el cambio climático que se están dando en diferentes puntos del planeta (y sus también catastróficas secuelas). 

Años de avisos

La comunidad científica llevaba tiempo advirtiéndolo: el cambio climático aumenta la probabilidad de eventos meteorológicos más extremos. Durante el pasado mes de julio, las fuertes lluvias que asolaron Alemania y Bélgica provocaron que los ríos se desbordaran. Las crecidas, que arrastraban todo a su paso, dejaron tras de sí cientos de muertos y decenas de desaparecidos. En Bélgica el ejército tuvo que intervenir para ayudar en el rescate y las evacuaciones en cuatro de las diez provincias del país. El primer ministro belga, Alexander De Croo, dijo que las inundaciones habían sido «las más catastróficas» que había visto el país. Svenja Schulze, la ministra de Medio Ambiente alemana, vinculó las lluvias torrenciales con el cambio climático.

Unos días antes, Finlandia había atravesado una ola de calor sin precedentes, con temperaturas casi récord que incluyeron máximas de 34º C en algunas zonas. El pasado junio, el instituto meteorológico nacional del país nórdico registró la temperatura más alta del mes desde que se iniciaron los registros en 1844. Laponia, a su vez, registró su día más caluroso desde 1914.

Todas estas podrían ser anécdotas aisladas, si no fuera porque se dieron justo después de una devastadora ola de calor en Canadá. Ola que ocasionó casi 500 muertes súbitas en una semana y provocó que tuviera que intervenir el Gobierno creando centros de refrigeración para sus habitantes. El mayor récord de temperatura de todos los tiempos en Canadá era de 45º C. Este año, ese récord ha quedado pulverizado por nuevos valores varios días consecutivos: la nueva máxima ha sido de 49,6ºC. Las consecuencias de este inusual fenómeno han sido extremadamente dramáticas: centenares de muertes por calor, grietas en carreteras e intensos y devastadores incendios.

Además, después de las inundaciones en Europa, llegaron las lluvias torrenciales a China, que se cobraron decenas de vidas más (en la ciudad de Zhengzhou, en una hora cayó el equivalente a un tercio de toda la lluvia de 2020). 

El cambio climático es imparable sin compromiso global

La portavoz de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Clare Nullis, pidió recientemente en una conferencia de prensa desde Ginebra que se «intensifique la acción climática». En 2018, un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió de que, si no se evita que la temperatura media global se eleve por encima de 1,5ºC, desde el inicio de la era industrial, se podrían producir resultados verdaderamente catastróficos en todo el mundo. El informe ofreció a los líderes políticos un camino para evitarlo, pero se requería que el mundo en su conjunto redujera a la mitad las emisiones para 2030. Sin embargo, desde entonces, las emisiones globales han seguido aumentando, tanto que la temperatura promedio global ha aumentado en más de 1ºC desde 1880.

Es indudable que el cambio climático es imparable sin un compromiso conjunto de Gobiernos, empresas y ciudadanía. Los Estados tienen la obligación de mitigar los efectos nocivos del cambio climático y evitar o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero lo antes posible. Las empresas también deben adoptar medidas en esta dirección, lo que incluye un cambio hacia el uso de las energías renovables. En España, hay notables ejemplos como el gigante eléctrico Iberdrola, que tiene entre sus prioridades inmediatas la transición ecológica y la innovación y desarrollo en el sector de las renovables. 

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En 2016 la Tierra vivió su año más cálido desde que hay registros. Un récord que lejos de celebrarse se debe combatir con esfuerzo y responsabilidad por parte de todos. STOP CAMBIO CLIMÁTICO es un espacio para remover conciencias y ofrecer consejos útiles y fáciles de llevar a cabo para ser respetuosos con el medio ambiente. Toma conciencia de la importancia que tiene cuidar nuestro planeta y nuestros recursos naturales.