Las emisiones de CO2 en 2020 descienden por primera vez por debajo del nivel de 1990, ¿qué significa esto en realidad?

Co2

Escuchamos la noticia de que las emisiones de CO2 descienden por primera vez por debajo del nivel de 1990 y es una buena noticia. Sin duda que lo es. Aunque conviene analizarla desde todos los puntos de vista, para no quedarnos en un titular que nos aleje de la realidad en la que nos encontramos.

El dato relevante es que, por primera vez, la emisión anual de CO2 ha descendido. Esto ha sucedido a causa de, por un lado, la deceleración por la crisis mundial y las limitaciones de actividad y movilidad. Por otro lado, por el aumento de la generación de energía eléctrica renovable. También ha influido el proceso de descarbonización llevado a cabo por grandes compañías como Iberdrola en sus estrategias de producción. 

¿Significa esto que debemos despreocuparnos y pensar que a partir de ahora todas las cifras de emisiones continuarán descendiendo?

El efecto invernadero se mantiene

A pesar de la reducción en la emisión de gases a la atmósfera durante el último año, no debemos perder de vista cuál es el efecto producido por estas emisiones de CO2, el efecto invernadero. El pasado mes de mayo volvió a registrar un récord histórico. 

Y es que el freno en las emisiones que ha supuesto la paralización parcial de la actividad de pequeñas y medianas empresas junto a la paralización de buena parte del transporte de mercancías no impacta significativamente en la acumulación de estos gases en la atmósfera. 

En general, en las épocas en las que se experimenta una crisis económica a nivel mundial descienden porcentualmente las emisiones de CO2. Esto se explica por la ralentización de la actividad y la economía. Pero estas disminuciones puntuales no consiguen frenar la tendencia de la concentración del gas. Un gas que puede vivir más de cien años en la atmósfera. 

Existen indicios de la ralentización del aumento de las emisiones en los países pertenecientes a la Organización de Cooperación de Desarrollo Económicos (OCDE). Aunque también se están acelerando en aquellos países que no pertenecen a la misma y que están en una fase de crecimiento con mayores necesidades de consumo de energía.

Las soluciones requieren un cambio

La mejora en la eficiencia energética y el aumento en la inversión en fuentes de energía renovables hacen que las emisiones de CO2 desciendan. Pero no lo suficiente como para que el crecimiento sea sostenible. 

Las políticas para que se llegue a producir una recuperación verde deben incluir el apoyo directo a las empresas y tecnologías que ofrezcan cero emisiones, el freno en la utilización de combustibles fósiles y la descarbonización de la producción energética y el impulso de las acciones basadas en la naturaleza que incluyan la restauración de ecosistemas y la reforestación de zonas degradadas.

Ya son muchas las empresas que, por iniciativa propia, comienzan a sumarse a estas iniciativas. A base de reducir su inversión en la generación de energías no renovables y añadiendo a sus estrategias de Responsabilidad Social Corporativa. También incluyen actividades de reforestación que compensen la huella de carbono generada en sus actividades productivas.

En España

La concienciación ciudadana es básica para lograr los objetivos marcados, pero aún lo es más la concienciación empresarial. Por ejemplo, Iberdrola es hoy la compañía líder a nivel mundial en energías renovables. Cuenta con con un plan inversor con el que pretende duplicar su capacidad en renovable hasta los 60GW en 2025; de la cual ya 1,3GW proceden de sus nuevas instalaciones en parques eólicos marinos, uno de los grandes vectores de crecimiento en la generación de energía verde. 

En 2021 en España se aprobó la primera Ley de Cambio Climático. La Ley cuenta con un objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de un 23% respecto a 1990 que debería alcanzarse en 2030. Para esto y según los datos del informe emitido por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) el descenso debería ser de un 8% en los próximos 9 años.

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