No le des un guantazo al océano
El 8 de junio de cada año celebramos el Día Mundial de los Océanos, con el objetivo de recordar el gran papel que tienen estas masas de agua en la vida cotidiana.
Los océanos y los mares forman el conjunto de agua más extenso de nuestro planeta, cubriendo más del 70% de la superficie terrestre. Sin embargo, el mar también está sufriendo las consecuencias del coronavirus en forma de contaminación. Y es que miles de mascarillas usadas están yendo a parar a nuestros océanos.
Todavía no hay cifras exactas del aumento de la contaminación por plásticos en esta pandemia, pero podemos ver numerosos desechables tirados por las calles y, además, no podemos olvidar que a través de las alcantarillas pueden descomponerse y llegar al mar.
La contaminación de los océanos
¿Sabías que cada año acaban en el océano unos ocho millones de toneladas de plástico? Sin unos océanos sanos, nos enfrentamos a efectos catastróficos en la biodiversidad, la alimentación y el clima de la Tierra.
Mares y océanos son la fuente de alimento de 3.100 millones de personas, lo que hace esencial protegerlos y gestionarlos adecuadamente.
La contaminación que sufren los océanos es una de las amenazas más urgentes. Y el plástico tiene buena parte de responsabilidad.
A pesar de que en nuestro día a día no somos conscientes de la importancia que tienen, los océanos llevan a cabo muchas funciones que permiten y promueven la existencia de todas las especies que habitan el planeta, sobre todo la de los seres humanos.
Una fuente de recursos infinita
Los océanos y los mares son una fuente de recursos biológicos alimentarios, gracias a los que miles de millones de personas en todo el mundo se pueden sustentar.
Además, suponen una fuente de materias primas, de minerales y metales. Incluso se le da diferentes utilidades tanto industriales como comerciales a su propia agua salada.
También son un importante recurso energético, ya que además de contener bolsas de gas o petróleo, producen energía renovable gracias a la fuerza de los movimientos marítimos y las corrientes submarinas.
Regulación del clima
Por otra parte, los océanos sirven de regulador climático, ya que absorben el exceso de calor del planeta y regulan los efectos del cambio climático, intercambiando gases con la atmósfera.
Se trata de la mayor superficie sobre la que se reflejan la luz y el calor por lo que los océanos son los máximos reguladores del clima del planeta. Cuando el océano es calentado, responde almacenando parte del calor y liberándolo más tarde e incrementando la evaporación.
Pero también producen la mayor parte del oxígeno de la atmósfera, incluso más que los bosques y las selvas de la corteza terrestre.
Un gran pilar de la economía
Los océanos también aportan riqueza, desarrollo y son el soporte de actividades económicas para todo el mundo.
Teniendo en cuenta que una gran parte de la población mundial reside en zonas costeras, los océanos son generadores de recursos laborales y económicos en las tareas relacionadas con el mar.
La necesidad de cuidar los océanos y mares es clave para el bienestar de generaciones futuras. Son millones las razones que los convierten en uno de los principales recursos del planeta tierra y muchos los riesgos que pueden hacer peligrar su bienestar y, como consecuencia, el nuestro. Conocerlos es fundamental para poder tomar medidas de protección.
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