Las abejas: grandes damnificadas por el cambio climático
“Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre solo le quedarían 4 años de vida”. Estas palabras del científico alemán Albert Einstein son bastante certeras y auguran una realidad más próxima de lo que imaginamos, si no tomamos medidas contra el cambio climático y el calentamiento global.
Sin abejas no hay polinización, ni plantas, ni animales, ni hombres
Y es que sin abejas no hay polinización, ni plantas, ni animales, ni hombres. Por tanto, el rol que juegan estos insectos en la naturaleza es inconmensurable y son incontables los beneficios que traen para que la vida siga existiendo en el planeta.
LAS ABEJAS…UN BIEN COMÚN
El calentamiento global supone una amenaza para todas y cada una de las cuestiones medio ambientales. Así, otros de los sectores afectados por las subidas de temperatura es el de la apicultura.
El hecho de que haya más sequía en los veranos, más lluvia en el invierno y eventos atmosféricos fuera de las fechas habituales está provocando que, el ciclo de la floración y el de las abejas no coincidan, con lo que no se produce la polinización.
Y es que la función principal de las abejas va más allá de procesamiento de la miel, ejerciendo un trabajo crucial para los ecosistemas y jugando un papel muy importante en la polinización mediante el mantenimiento de la biodiversidad y en el rendimiento de numerosos cultivos agrícolas.
El ciclo de las abejas está mutando completamente y tras hibernar se encuentran sin medios de supervivencia, debilitando hasta morir
Pero sus hábitos están siendo modificados, sus provisiones están siendo amenazadas y el vigor que las caracteriza ha caído estrepitosamente debido a la escasez de recursos y a la crisis que las amenaza. El ciclo de las abejas está mutando completamente y tras hibernar se encuentran sin medios de supervivencia, debilitando hasta morir.
He aquí el dilema del apicultor, que ya no puede prever los tiempos ni sus ciclos naturales de trabajo. Así, los biorritmos de los insectos se ven alterados y, lo que antaño procuraba un éxito seguro, hoy no consigue resultados en la producción, haciendo que en ocasiones, esta baje incluso a la mitad, convirtiendo un alimento indispensable como la miel en un bien de lujo.
MEDIDAS CONTRA EL CAMBIO
Ante la desesperación y preocupación sobre el tema, los profesionales del sector no han tardado en proponer medidas de adaptación contra el cambio climático que deberían ser implementadas por las administraciones y las organizaciones apícolas.
«Un 60% de los apicultores somos conscientes del problema del cambio climático como algo actual y un 95% considera que va a ser un problema grave«, declaró Xurxo Domínguez, agricultor gallego que ofreció este testimonio para El Correo Gallego y nosotros hemos rescatado. Así, también quiso resalta que todo ello derivará en «menos comida para las abejas, menor cantidad de polen, va a contribuir a la debilitación de la colmena y a aumentar la incidencia de enfermedades».
Así, proyectos como Apicambio, una iniciativa de ASEFOGA (Asociación Sectorial Forestal Gallega), que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y que se está llevando a cabo en comunidades autónomas de Galicia y Extremadura, tiene un objetivo claro, la creación de herramientas que ayuden en la adaptación al cambio climático de la apicultura, un sector clave para la humanidad.
Te recomendamos…
Los desafíos de España para convertirse en un destino turístico sostenible
27 septiembre 2023
La agricultura y la ecología: un equilibrio necesario
09 septiembre 2023