¿Por qué el deshielo del Ártico intensifica el cambio climático?

¿Por qué el deshielo del Ártico intensifica el cambio climático?

En el Ártico, toneladas de gases de metano y dióxido de carbono son liberadas a causa del deshielo. ¿Por qué? El permafrost se empieza a derretir debido al cambio climático y el consecuente aumento de las temperaturas, liberando estos gases y propiciando la retroalimentación del terrible efecto invernadero.

El permafrost o hielo perpetuo es la capa de suelo permanentemente congelado —pero no permanentemente cubierto de hielo o nieve de las regiones muy frías o periglaciares. ¡No es hielo, es suelo congelado!

La subida de la temperatura de la Tierra es uno de los efectos más conocidos del cambio climático. Pero no solo se derrite el hielo que “vemos” porque está en la superficie, también se derrite el que está oculto. Sólo el 24% de la superficie del hemisferio norte (en Alaska, Canadá y Rusia, principalmente) está en permanente estado de congelación, lo que sería el permafrost antes mencionado. Y el calentamiento global en el Ártico se produce dos veces más rápido que en el resto del planeta.

Se calcula que 35 millones de personas viven en la zona de permafrost

El permafrost tiene una edad geológica que supera los 15.000 años. Se divide en dos capas: la más profunda, que se conoce con el nombre de pergelisol; y la más superficial, la que mayor disposición a descongelarse tiene, que es conocida como molisol. El permafrost en el planeta se ubica principalmente en Rusia, en toda la zona de Siberia. Sin embargo, también encontramos este fenómeno en tierras de Noruega, Canadá, el Tíbet, Alaska o el Hemisferio Sur y en algunas islas como las Georginas del Sur.

¿Por qué ocurre esto?

Durante los periodos de glaciación, gran cantidad de plantas y animales quedaron atrapadas por la congelación del terreno y se fueron descomponiendo. Al estar “atrapados” por el hielo perpetuo, no suponían un problema, pero la imparable subida de las temperaturas ha empezado a derretir el permaforst y, si ese suelo se descongela, también lo hace su materia orgánica, que se libera en forma de partículas de dióxido de carbono y de metano, muy contaminantes. Se calcula que la cantidad de carbono almacenado en el permafrost supera al ya existente en la capa de ozono.

Los científicos están viendo que está teniendo lugar una especie de ciclo de retroalimentación, el permafrost se derrite debido al cambio climático y el deshielo del permafrost envía más gases de efecto invernadero a la atmósfera, contribuyendo a más calentamiento y, en consecuencia, contribuyendo a más deshielo del permafrost.

Los seres humanos hemos producido, desde el inicio de la revolución industrial, 350 mil millones de toneladas de carbono como consecuencia de nuestra actividad económica. Por su parte, se calcula que debajo del Permafrost Ártico hay 1.85 billones de toneladas; más de 5 veces lo generado por el hombre desde hace 200 años.

En resumen, estas emisiones desde suelos ricos en permafrost son una fuente adicional de gases de efecto invernadero que amplifican aún más el calentamiento inducido por el hombre, en un escenario a corto plazo, calculan que para 2100 podríamos quintuplicar el volumen de emisiones.

Pero el deshielo representa una triple amenaza: no solo liberará billones de toneladas de carbono y metano a la atmósfera, también pone en peligro a millones de personas que pueden perder sus casas e infraestructuras locales por la inestabilidad del terreno, además de desplazar o hacer desaparecer a especies autóctonas de las zonas glaciares.

¿Existe alguna solución?

Se estima que aproximadamente 35 millones de personas viven en la zona de permafrost, muchas de ellas en comunidades pequeñas pero también varias ciudades. Un deshielo generalizado podría hacer que el terreno se vuelva inestable, poniendo las carreteras y edificios en riesgo de colapso y causando un grave perjuicio a sus habitantes que se verían obligados a migrar a zonas más seguras.

Estudios recientes han demostrado que el Ártico se está calentando alrededor del doble de la tasa del resto del mundo y que esta tendencia solo se puede frenar si se cumplen los objetivos climáticos más ambiciosos. Los científicos consideran que si el calentamiento global logra contenerse por debajo de los 1,5ºC respecto a los niveles industriales, podría evitarse la pérdida de dos millones de kilómetros cuadrados de permafrost.

Pero para conseguirlo, necesitamos el apoyo de todos, solo así podemos frenar el cambio climático y el aumento de la temperatura que produce el deshielo en el Ártico, porque recuerda, si seguimos sobrecalentando el planeta y el permafrost continúa con su deshielo, respiraremos el aire de peor calidad debido al aumento de los gases y eso terminará afectando a nuestra salud. En nuestra mano está el detener este problema. ¿Te sumas?

Share

En 2016 la Tierra vivió su año más cálido desde que hay registros. Un récord que lejos de celebrarse se debe combatir con esfuerzo y responsabilidad por parte de todos. STOP CAMBIO CLIMÁTICO es un espacio para remover conciencias y ofrecer consejos útiles y fáciles de llevar a cabo para ser respetuosos con el medio ambiente. Toma conciencia de la importancia que tiene cuidar nuestro planeta y nuestros recursos naturales.