El hambre aumenta por culpa del cambio climático

El hambre aumenta por culpa del cambio climático

El pasado 11 de septiembre varias agencias de Naciones Unidas hicieron entrega en Roma de su informe sobre el estado global de la seguridad alimentaria y la nutrición. En dicho documento se ha constatado que, globalmente, una de cada nueve personas sufre hambre. Y en gran parte la culpa es del cambio climático.

Los cambios en el clima están afectando a la producción de cultivos básicos como el arroz, el trigo y el maíz en las regiones tropicales y templadas. Por el momento, las circunstancias empeorarán a medida que las temperaturas aumenten y se vuelvan más extremas.

Casi 17 millones de personas sufren hambre globalmente debido principalmente a los cambios climáticos que afectan a los cultivos

La subalimentación ha aumentado en la mayoría de las zonas del continente africano, donde la prevalencia de este problema es potencialmente mayor. Así, lo padece el 20,4% de la población de África, alrededor de 256 millones de personas. El difícil acceso a fuentes de agua, las fuertes olas de calor y la situación interna de los países son las principales causas de esta situación alimentaria crítica.

Pero en Asia el problema también es preocupante, con 515 millones de habitantes los que sufren el hambre, el 11,4% de la población asiática. No obstante, la tendencia a la baja parece estar ralentizándose, mientras que en Latinoamérica y Centroamérica la cifra no es tan alta pero no por ello menos importante: el 6,1% de la población padece hambre, casi 40 millones de personas.

EL CAMBIO CLIMÁTICO AFECTA A LA AGRICULTURA

La carencia crónica de alimentos ha ido en aumento progresivo desde hace tres años. Fue entonces cuando las últimas proyecciones apuntaban a casi 17 millones de personas hambrientas entre 2016 y 2017. Pero, lo relevante según explica el director general de la ONU para la Alimentación y la Agricultura – FAO –, José Graciano da Silva, es que el impacto de la variabilidad del clima y la exposición a fenómenos climáticos más complejos, frecuentes e intensos afecta a la producción de alimentos a nivel mundial.

El informe explica que la situación del hambre es “significativamente peor en los países cuyos sistemas agrícolas son extremadamente sensibles a la variabilidad de las precipitaciones, las temperaturas y la sequía, y donde los medios de vida de una elevada proporción de la población dependen de la agricultura”.

Como bien explica el informe, los cambios climatológicos en zonas con bajos recursos para contrarrestar los efectos del cambio climático, obliga a la población a tomar decisiones difíciles, como migrar a zonas más prosperas donde poder construir un futuro mejor y, ante todo, tener recursos para poder subsistir.

Además, señala que para lograr un mundo sin hambre resulta necesario afrontar las medidas necesarias para fortalecer la resiliencia y capacidad de adaptación de los sistemas alimentarios y medios de subsistencia de la población en respuesta a los condicionantes climáticos. Y, por el momento, las acciones no son suficientes.

¿En el lado opuesto? Los países desarrollados. El informe, elaborado por la OMS y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia – Unicef –, entre otros organismos, ha dejado constancia también del problema de la obesidad y su agravamiento año tras año. En 2016, más de 672 millones de personas sufrían sobrepeso.

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En 2016 la Tierra vivió su año más cálido desde que hay registros. Un récord que lejos de celebrarse se debe combatir con esfuerzo y responsabilidad por parte de todos. STOP CAMBIO CLIMÁTICO es un espacio para remover conciencias y ofrecer consejos útiles y fáciles de llevar a cabo para ser respetuosos con el medio ambiente. Toma conciencia de la importancia que tiene cuidar nuestro planeta y nuestros recursos naturales.