Los océanos no son un estercolero: paremos la contaminación por plásticos
Suponen más del 70 % de la superficie de nuestro planeta. Posibilitan y mantienen la vida de millones de especies marinas, tanto animales como vegetales. Además, ejercen de «reguladores» del cambio climático. ¿Reguladores? Sí, los océanos son más importantes de lo que cualquiera hubiese podido imaginar, pues absorben los excesos de calor y suavizan las temperaturas que estamos disparando con el calentamienton global.
No es casualidad la cantidad de campañas y movimientos que están surgiendo contra el plástico. Hemos llegado a una situación límite, en la que la mayoría de residuos plásticos que desechamos van a parar al mar. Se estima que cada minuto vertemos a los océanos el equivalente a un camión de basura lleno de plásticos. No es de extrañar la escalofriante predicción que se ha convertido en viral estos días: si continuamos así, en 2050 habrá más plásticos en el océano que peces.
Sin los océanos no podríamos vivir, y en cambio, cada día están más sucios. Varios activistas climáticos han tratado de hacer una llamada a la acción con el movimiento #BeatPlasticPollution, estrechamente ligado a la contaminación de las playas y nuestras aguas. Se trata de eliminar para siempre los productos de plástico de nuestras vidas, y sustituirlos por aquellos que realicen la misma función y puedan ser reutilizados.
En este contexto, se necesita la colaboración de todos para enmendar la situación. Los océanos, además del hogar de muchos animales, también es la casa de otros, como la de Garazi Sánchez, campeona de España de surf y muy concienciada en la lucha contra los plásticos como parte fundamental para frenar el cambio climático. Así, varias organizaciones, administraciones públicas y empresas, junto con la surfista, participaron en una limpieza de plásticos en las playas de Euskadi, en la que se recogieron cientos de kilos de basura que hubiesen terminado en el agua.
Entre los objetos encontrados había botellas, tapones, cubiertos de plástico y lo más llamativo, una gran cantidad de bastoncillos para los oídos. Estos elementos de higiene personal son arrojados al wc a diario. Al ser tan finos, se cuelan por las depuradoras y terminan en el mar, sumándose a los ocho millones de toneladas de plástico que en tan solo un año acaba en nuestros océanos, causando terribles daños en nuestra vida silvestre, la pesca y el turismo.
La inmensa mayoría de basura que acaba en el mar tiene a las personas como responsables únicos. Solo el Océano Pacífico, ya contiene una suma de plásticos que cubre un área equivalente a… ¡dos veces el tamaño de los Estados Unidos! Precisamente, la contaminación por plástico es la que está costándole la vida a un millón de aves marinas y de 100.000 mamíferos marinos al año. Una cadena mortal que arranca en el agua, y que se explica por la cantidad de peces que ingieren esos plásticos. Pero este es solo el primer daño; el segundo repercute directamente en nosotros: ¿qué pasará cuando la mayoría de peces estén contaminados por plásticos? Todavía estamos a tiempo de enmendar esta situación, pero no podemos esperar más.
Estos son algunos consejos que podemos seguir desde hoy mismo para proteger los océanos:
-Evita utilizar envases de plástico. Si ya los tienes y no puedes hacer nada, tíralos al contenedor amarillo.
-Reduce tus emisiones de CO2, por ejemplo, las de tu coche. El calentamiento global hace que las poblaciones marinas acaben desapareciendo o modificándose para lograr sobrevivir.
-Participa en campañas de limpieza de basura que se puede llegar a acumular en los fondos marinos. No hay mejor manera de concienciarse que viéndolo desde cerca.
La solución está en nuestras manos,¡ACTUEMOS, YA!
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