Los arrecifes de coral mutan por el cambio climático
Al leer información sobre el estado de los arrecifes de coral en el mundo, casi siempre las noticias son alarmantes. Recientemente, el investigador Terry Hughes declaró que el tiempo entre blanqueamiento de corales ha disminuido significativamente. Un evento que ocurría unas 5 veces cada 3 o 4 décadas, ahora ocurre 1 vez cada 6 años. Los tiempos se reducen, al igual que se acorta el tiempo para ayudar a salvaguardar el planeta y todos los seres vivos que en él habitan.
Los corales viven en simbiosis con unas microalgas llamadas zooxantelas. Las mismas le aportan oxígeno y moléculas orgánicas que le dan a los corales la energía necesaria para vivir, pero, con el aumento de la temperatura en los océanos, los arrecifes tienden a expulsar las zooxantelas sin absorber sus nutrientes a tiempo, lo que deriva en lo que conocemos como el blanqueamiento de corales y se traduce en la muerte los mismos.
Una investigación reciente afirma que el mar Rojo ha proporcionado un ambiente seguro para el mantenimiento de los arrecifes de coral, ralentizando el acelerado proceso de blanqueamiento que hemos visto en los últimos años.
Se cree que este arrecife ha evolucionado adaptativamente al calor y a los efectos del calentamiento global, así como a flujos de viento y aguas particulares de esta zona, características que parecieran atenuar el blanqueamiento de los corales. Por ello, se considera este espacio un refugio para corales y es de relevancia mundial porque se trata de 2.000 kilómetros de espacio seguro.
¿Por qué es importante el mantenimiento de los arrecifes?
Conservar la salud de los corales es importante para el medio ambiente y para las actividades humanas, los arrecifes proporcionan protección a centenares de especies marinas ante otros depredadores, y son espacios usados para poner huevas y criarlas de forma segura. Los arrecifes, además de tener valor turístico, son formadores de playas de arena blanca, evitan su erosión y nos protegen de fuertes oleajes durante las tormentas y huracanes. Absorben CO2 de la atmósfera y lo fijan en sus estructuras, favoreciendo la generación de cientos de nuevos organismos marinos que, a su vez, son fuente de alimento para otras especies. No contribuyas a su destrucción, contribuye a su protección.