España ante la peor sequía de los últimos 20 años
Los embalses están al límite. España se encuentra ante la peor sequía de los últimos años. Los datos no mienten y el registro de agua embalsada es preocupante. A primeros de octubre de 2017 el agua embalsada en los pantanos y embalses españoles no llega al 39%. Hace un año estaba a más de 51% de capacidad. La sequía no ha parado de extenderse por todas las cuencas españolas desde el inicio del año hidrológico en octubre de 2016, hace ahora un año.
Bien es sabido que no toda la geografía española está en la misma situación, pero ¿y si advertimos que Galicia, una de las zonas más lluviosas y húmedas de España, ya está en alerta por sequía? Hace tan solo unos días se declaró esta situación de crisis en seis cuencas fluviales que afectan a varias zonas de la provincia de A Coruña y Pontevedra. Pero, ¿qué significa dicha declaración de alerta? Las instituciones gallegas aseguran, de momento, el abastecimiento doméstico garantizado, pero advierten que se intensificarán los controles.
La situación alarmante, no solo en Galicia, sino en todo el país, también afecta a la fauna. El ganado no encuentra alimentos en los pastos y los ganaderos tienen que acudir a otro tipo de alimento para satisfacer a los animales.
El cambio climático, una gran amenaza para España
Según el Consejo Mundial del Agua, el suministro de agua potable está en riesgo en el 63% de las ciudades del mundo a consecuencia del cambio climático. Algo que tiene un impacto negativo no solo en el medio ambiente, también en la erradicación del hambre y en la mejora de la salud a nivel mundial. En España estamos viviendo, y sufriendo, el año más seco de la historia. Un signo de alarma más que nos indica que el cambio climático amenaza el planeta. Un informe del Ministerio de Medio Ambiente advierte de que, a este ritmo, tres millones de hectáreas de las zonas húmedas pasarán a ser áridas en 2100. Esto se traduce en que el calentamiento global amenaza con que, en lo que queda de siglo, el 80% del suelo esté en peligro de convertirse en desierto.
Amenaza de desertización
La desertificación llega con la aridez del suelo. La ecuación es sencilla: menos agua (escasez de lluvias), más calor (calentamiento global), más evaporación: mayores extensiones desertizadas. El cambio climático, debido a la acción combinada de caída de las lluvias y aumento de las temperaturas, acecha nuestras tierras. Una alerta también lanzada desde la ONU, quien ya ha advertido que España presenta «una de las mayores vulnerabilidades ante la desertificación en todo el mundo». Algo que tendrá consecuencias ambientales, sociales y económicas que serán dramáticas si no se toman medidas urgentes.
Te recomendamos…
¿Cómo hemos cuidado nuestro planeta desde la creación del Día Mundial del Medio Ambiente en 1972?
05 junio 2023
¿Qué puedes hacer para evitar la contaminación del mar?
27 octubre 2022